vendredi 26 septembre 2008

Otra vez en la red... bancos públicos en Belsunce*, Marsella.




Tras varios meses de silencio virtual, he aquí que retomo la actualización del blog para dar algunas noticias desde Marsella sobre los avances de Ciudades imaginables.
Y para comenzar este semestre aquí en otoño, allá en Perú en primavera (qué envidia), comienzo por resumir una acción de intervención en el espacio público en Belsunce, barrio popular de migrantes variopintos (es mi barrio!) en pleno centro de Marsella.

Para quienes siguen las noticias de lo que pasa en este viejo continente, quizá no será difícil entender las razones de esta intervención.



La Cours Belsunce

A dos pasos del antiguo puerto o "Vieux port", sembrado de edificios señoriales algo destartalados, la "Cours Belsunce" es una amplia y larga alameda semi-peatonal donde se alternan tiendas y edificios residenciales más bien antiguos y destartalados(s. XVIII - XX).


Vista de lejos, uno se imagina esta arteria urbana como el lugar ideal para darse un respiro en pleno corazón de Marsella, un lugar para sentarse a charlar con algun amigo, o comerse un dulce de los que venden en la esquina, darse un beso furtivo de enamorados, leer el periódico o simplemente descansar, mirar a los paseantes. Sin embargo, al recorrer esta alameda, todas estas ideas se esfuman, pues sorprendentemente, aparte de las mesas de los 2 cafés, no hay ningún lugar donde sentarse! ¿No se le habrá ocurrido a nadie una idea tan sencilla como poner bancos públicos?

Pues sí, sin duda, para comenzar, a los obreros jubilados marroquíes, resignados a tomar el sol y charlar de pie formando círculos dispersos entre una y otra esquina, y seguramente también han tenido este deseo todos los vendedores senegaleses que se sientan en el piso, sobre cartones o sillas plegables, para vender sus baratijas en mesitas (igualmente plegables) que de ser necesario, hacen desaparecer en un minuto, el plazo exacto para evitar ser interceptados y multados por los guardias municipales.

De hecho, fue viendo estas escenas que me dije ¿Por qué no puede un gesto artístico hacer realidad, temporalmente, esta idea? La idea de esta intervención, se puede resumir en dos palabras : se trata de colocar bancos públicos móbiles (hechos de cartón recogido en el barrio) a disposición de los pasantes durante una semana, primero para que los disfruten, y segundo para invitarlos, a través de acciones casi invisibles, muy puntuales, a una reflexión sobre este el uso actual y los posibles usos alternativos de este espacio público y sobre el lugar que cada ciudadano, sea cual fuere su origen, ocupa en esta ciudad.

La ausencia de bancos, tengamos por seguro, no es casualidad, ni olvido, sino la manifestación de una política urbana en boga, una política que busca transformar, sobre todo en los barrios populares en pleno centro, el espacio público en un espacio cada vez más "aséptico", donde no hay lugar para quienes no consuman, ni para quienes quieran "cachuelearse" vendiendo, o sencillamente para quienes quisieran sentarse a charlar. Un espacio sin pobres, sin viejos, sin improductivos desempleados, sin SDF (Sin Domicilio Fijo, en francés). Por aquí se transita, y si uno ha de detenerse, pues que sea para mirar una vitrina y comprar, o en todo caso, para consumir en un café. Y sino, !pues que nadie se detenga!
Contra esta idea de un espacio público aséptico, vigilado, teñido de una psicosis de la "seguridad urbana", en un barrio aún popular pero ya en proceso de "gentrificación", y para defender la idea de un espacio público para todos, donde uno puede no sólo transitar, sino también descansar, vivir un momento, imaginar, detenerse sin consumir y sin pagar, convoqué a varios amigos artistas visuales, arquitectos, que rápidamente se transfomaron en cómplices del proyecto, cómplices sin los cuales esta idea de intervenir con bancos quedaría condenada a ser sólo eso, una idea. El desafío ahora es fabricar en poco tiempo (antes del invierno) estos bancos públicos para Belsunce, bancos hechos de la nada, o mejor dicho, del cartón que los comerciantes del barrio tiran a la basura, pero sobre todo de muchas horas de trabajo colectivo! Y en eso estamos desde hace unas semanas, algo sorprendidos, cabe reconocerlo, por el esfuerzo que demanda la fabricación de cada banco, pero seguros, a pesar de ello de que valdrá la pena!

M. Fuentes
(Coordinadora - Ciudades imaginables)



CONSTRUYENDO BANCOS: recoger, transportar, trazar, cortar... y sentarse!!










* Belsunce: barrio que ha acogido desde hace décadas a miles de migrantes llegados a Marsella, primero de Italia y España como obreros,y más tarde, desde los años 1950s del norte y centro de Africa. Hoy viven en él senegaleses, marroquíes, tunisinos, franceses, y gente de todos lados. La Cours Belsunce es el eje central de este barrio, un espacio de circulación, convivencia y encuentro de habitantes de clase media y baja, venidos de medio mundo. Hoy, Belsunce es un barrio donde predomina la presencia maghrebí, con una fuerte actividad comercial sobre todo de mayoristas de ropa, calzado, y algunos bazares donde hay "de todo".