mercredi 14 mai 2008

El arte de pasear...

Me denomino artista paseante. Tengo una tarjeta de visita que indica que soy un artista paseante, en ella figuran mi dirección, mis coordenadas geográficas, mi dirección postal, mi teléfono y se indica « paseante » como una profesión.

Hendrik Sturm, artista paseante - Marsella



En el marco del proyecto Ciudades imaginables, entrevistamos el 09 de mayo pasado en los Archivos departamentales de Marsella a Hendrik Sturm, artista alemán establecido desde hace varios años en esta ciudad. Neurobiólogo y escultor de formación, Hendrik es hoy un "artista paseante”. En esta conversación, él nos cuenta cómo ha construido, con rigor y tenacidad el efímero arte del paseo colectivo, arte con el que busca reconstruir la memoria urbana, agudizando y reinventando al infinito nuestras lecturas del espacio urbano. A continuación, algunos fragmentos de ese diálogo...


¿Por qué decidiste empezar a hacer estos paseos urbanos ?
En un momento determinado me di cuenta que pasear por la ciudad, o fuera de la ciudad puede ser un trabajo en sí. Un trabajo artístico porque requiere explorar formas mentales, no necesariamente formas materiales, y es algo que ocurre en el exterior, que no requiere un taller.

Cuando comencé a trabajar en los paseos en el 2000, estaban de un lado los paseos en sí, concretos, en el terreno, pero también lo que yo llamo los metapaseos, es decir, algo así como lo que hago aquí ahora en el archivo, donde descubro las representaciones del lugar que atravieso durante los paseos

¿Cuentame en qué consiste ese proceso mediante el cual construyes un paseo, porque entiendo que un paseo es la culminación de un proceso creativo?
Así es. Hay varios aspectos, encontrar un recorrido concreto, en el exterior, encontrar puntos de paso, puntos de encuentro, historias, conocer a personas en el lugar, y luego trabajar fuera del lugar, es decir, investigar sobre la historia escrita, los documentos que puedo consultar, y hablar con personas que conocen el lugar. Y así se generan idas y vueltas entre las dos formas, es decir, el paseo y el metapaseo. Y la forma acabada es el momento de transmisión con otros, es decir cuando paseo con otras personas.
Pero a decir verdad, es difícil decir que el proceso ha acabado, porque esto siempre es un "work in progress" (trabajo en curso) que prácticamente nunca se acaba, porque nunca llego a una lectura final del recorrido. No es algo que se agota, sino algo que se actualiza y reactualiza cada vez que paseo con otras personas que añaden lecturas distintas a lo largo del mismo recorrido, ya sea porque lo conocen personalmente y tienen elementos narrativos o información del lugar, o ya sea porque aunque no lo conozcan en absoluto, aportan de todos modos al paseo desde su propia sensibilidad, desde sus propias afinidades, pues ven y sienten cosas que yo no he captado. Por eso, un paseo no es algo que se termina, es algo abierto que se renueva. Un paseo puede llegar a desaparecer cuando algo bloquea por completo el camino, como ocurre a menudo en una ciudad dinámica, donde se cierran pistas, se erigen cercos y se yerguen obstáculos que pueden hacer imposible rehacer un recorrido.




Marsella, 09 de mayo de 2008. Entrevista hecha por Maritza Fuentes, Association El otro lugar/ l’autre lieu. elotrolugar@yahoo.fr



...sigue la entrevista completa en francés

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